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domingo, 15 de diciembre de 2013

La HIstoria del Amor Cruel: Capítulo CXXXII.- Olzagon es sometido a seguimiento por Doña Petra, en el bus encuentra a Melizza quien lo invita a bailar y él, rechaza tan gentil invitación

Holsa amigos: A VUELO DE UN QUINDE EL BLOG., continuando con La Historia del Amor Cruel, entre Iarma y Olzagon y como informamos en el capítulo anterior; Don Antonio, planeó sacar de su casa a su odiosa cuñada Doña Petranila (Petra); si bien casi se le escapa de las manas las disparatadas y tormentosas reacciones que sucedieron  en el transcurso de las acciones, y  en apariencia con el fracaso del objetivo previsto; sin embargo, la afectada de la expulsión cooperó con su cuñado, por que ella misma decidió abandonar la casa y pidió al mismo interesado la transporte a su nueva casa.

Aquí en la imagen observamos una típica representación de la terrible situación que muchos hogares atraviesan en el transcurso de existencia por que siempre hay la existencia de un tercer elemento (amante tanto para él como para ella) que como una tentación tenebrosa carcomen la consistencia del matrimonio, y más si los esposos viven solamente la apariencia y no la triste realidad de que no son felices. Fuente: Archivos del blog. Obra Literaria reconocida con Derecho de Autor, según Partida Registral No. 00855-2012, Asiento: 01; con fecha: 10 de Agosto de 2012, por : INDECOPI.

El alejamiento de la casa de Don Antonio; su "amor platónico", afectó sentimentalmente a Doña Petronila y jamás perdonó esa acción de su cuñado; ella se preguntaba:
"Por qué nunca le despertó pasiones amorosas a su cuñado Don Antonio"
Al mismo tiempo, ella reconocía y admiraba lo profundamente enamorado que estuvo  de su hermana cuando aún vivía y el afecto que le guardaba después de su muerte.
Prueba de ello, es que Don Antonio, no se volvió a enamorar de otra mujer que hay muchas por doquier, ni tampoco puso sus ojos en la cuñada, quien lo acompañaba, por que él, la sentía como la "nana" de su adorada hija Ofelia y desde luego ella también adoraba a su sobrina.
Pero, doña Petra, con el pretexto del "amor a su sobrina", quiso convertirse en la  nueva esposa de Don Antonio y fracasó en su intento; entonces, su corazón se volvió vengativo y manejaba sus sentimientos y pensamientos.
Doña Petra, había planeado que su sobrina Ofelia, se case muy bien con alguien de la "Sociedad"; si bien ahora ya no podía influir en ella. por que ya no vivían juntas; pero desde lejos estaba pendiente de todo lo que hacía Ofelia.
Doña Petra, se decía con frecuencia:
"Si yo no logré casarme, trataré por todos los medios posibles influir en los deseos de mi sobrina, para que se case con alguien muy encumbrado de la Fábrica donde ella labora como empleada".
A estos pensamientos, agregaba:
"Jamás perdonaré a Antonio que nunca tuvo ojos para mi"
Y finalizaba sus pensamientos, así:
"Nunca perdonaré a ese Ogro, que pretendió botarme cuando yo me encontraba ebria, con esa ventaja ese hombre es un malvado y algún día vengaré tan cobarde acción contra mi persona"
Doña Petra, caminaba con un bulto muy pesado y eso originaba la "carga negativa dirigida a Don Antonio y nunca pudieron conciliarse"
Entonces, en aquella noche en la Cafetería "Las delicias del sabor", donde Ofelia y Olzagon iniciaban su romántica relación amorosa, fueron observados por los ojos vituperos de Doña Petra, quien quiso intervenir en aquel instante para reprochar a su sobrina su exhibido romance con un joven de aspecto provinciano que no encajaba con los planes que Doña Petra deseaba para su sobrina, pero fue detenida por la otra hermana, quien pensaba exactamente lo contrario que Doña Petra, a quien le dijo:
--- Por favor, Petra, no intervengas en la vida privada de Ofelia, ella es una joven huérfana que debe decidir por si misma lo que más le conviene.
Y doña Petra, le contestó:
--- Pero hermana mía, cómo puedes tolerar que mi sobirna se haya equivocado en la elección de su pareja, ese joven no tiene nada de venturoso para nuestra sobrina; tal vez es hasta "un muerto de hambre."
Y la otra hermana, "defensora de Olzagon" le respondió:
--- No juzgues por las apariencias, tu no conoces a ese joven, puede ser que sea el verdadero amor que nuestra sobrina está buscando y ya lo encontró.
Con esta conversación entre hermanas y a la vez tías de Ofelia, se alejaron de la Cafetería, pero Doña Petra ya tenía contaminados sus pensamientos y ella decidió, que en cuando se encuentre sola, llamará a su cuñado Don Antonio, haciéndole conocer su desaprobación del romance de su sobrina.
En efecto, estando en casa, ella llamó y tuvo una ácida respuesta de Don Antonio, quien después de superar una tormentosa pesadilla, decidió no intervenir más en el romance de Ofelia con Olzagon, debemos aclarar, que él, como padre nunca aprobó la decisión de su hija, para no contradecirla, la dejará sin inmiscuirse con su parecer contrario al de ella.
Doña Petronila, al escuchar la reacción de Don Antonio, que no se opondrá al romance de su hija, ella decidió impedirlo por su cuenta, y empezó a planear como lo hará, y la primera idea será hacer un seguimiento al joven enamorado y como ya sabe que trabaja en la Fábrica.
Lo esperará a la hora de la salida y sin establecer contacto directo, seguirá sus pasos, para conocer que hace después del trabajo y esa misma tarde hará su primer día para detectar: ¿quién es Olzagon?
Olzagon, completamente inocente, que están siguiendo sus pasos, salió de la Oficina hasta el patio y esperará a Ofelia y ella no le hizo esperar, ya que  llegó y se abrazaron amorosamente, hubo un intercambio de expresiones entre jóvenes enamorados y luego de un prolongado beso, se despidieron, en seguida ella se embarcó en el automóvil de su padre y Olzagon, salió caminando hasta llegar al paradero de buses.
Doña Petronila se había disfrazado, vistiendo un traje largo, cubriendo su cabeza con una pañoleta de color azul oscuro y grandes lentes oscuros que le cubrían gran parte del rostro, se pintaba como una mujer extraña para Olzagon, pero no para Don Antonio, quien al abandonar el local de la Fábrica, la observó lejanamente a donde ella estaba parada; sin expresar nada en voz alta, se dijo asimismo:
"Que extraño ¿Qué hace esa vieja bruja, disfrazada merodeando este lugar?
Al mismo tiempo, se dio la respuesta:
"Oh, tal vez sea otra mujer, por que Petronila nada tiene que hacer por aquí".
Tratando de no dar mucha importancia al hecho, Don Antonio, siguó su camino conduciendo su automóvil, abandonó el lugar con la compañía de su querida hija Ofelia.
En cambio doña Petra, si sintió la mirada lejana de Don Antonio y ella se dijo:
"Ojalá mi disfraz haya sido efectivo y el enclenque de Antonio no me  haya reconocido"
Como ella tenía otro objetivo: hacer el seguimiento a Olzagon, siguió caminando hasta acercarse al paradero y repentinamente llegó el bus, ambos personajes subieron al mismo tiempo; Olzagon  buscó un asiento disponible y al fondo casi al final, había uno disponible, al costado estaba sentada una joven con lentes oscuros; Olzagon se acercó y distinguió a alguien conocido, de todas maneras no estaba seguro, se sentó y su ocasional compañera de asiento, le dijo:
--- Hola Olzagon, parece que ya no me reconoces,  ahora entiendo ¿Por qué no respondiste a mi última llamada por teléfono?
Olzagon, muy sorprendido, pero reconociendo la voz de la joven, le dijo:
--- Hola Melizza, es un placer verte de nuevo; pues que yo recuerde, nunca llamaste a mi casa, además yo no voy más por ese lugar, donde fui vapuleado por Pamela la hija del dueño de la Fábrica de Plásticos, ¿qué haces por aquí? o ya no trabajas en el taller automotriz.
Melizza, respondió:
--- El placer es mío saludarte Olzagon, estoy de visita por esta zona y me regreso a casa, a propósito tienes esta noche ocupada, que tal si nos vamos a bailar a un bar(en aquellos tiempos los bares tenía pista de baile).
Pero, Olzagon tenía exámenes en su academia y no podía faltar y cortesmente, le contestó:
--- Que más quisiera salir contigo Melizza, pero hoy no, por que tengo exámenes en la Academia, será para otra ocasión.
Doña Petra, quien logró sentarse cerca a la pareja, pero no podía escuchar lo que ellos conversaban y por ello estaba mortificada, pero si los veía conversar amigablemente con mucha simpatía y risas, eso no probaba nada que ellos fuesen "algo".
Entonces, Melizza bastante contrariada por el desaire de Olzagon, le dijo:
--- Eres un tonto, te estás perdiendo la mejor oportunidad que la vida te regala.
En seguida se levantó del asiento y se bajó en el siguiente paradero sin despedirse de Olzagon..... continuaremos......
Guillermo Gonzalo Sánchez Achutegui

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