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domingo, 28 de julio de 2013

Juan Pablo II: Un Beato amigo de los desamparados. Capítulo III.- Se evitó el desastre del avión cuyo Vuelo 51, con 251 pasajeros y tripulantes, iba explotar en el aire.....

Hola amigos: A VUELO DE UN QUINDE EL BLOG., un día común como cualquiera otro; el Aeropuerto Internacional de la Ciudad de Cunante, estaba  copado con miles de viajeros que aguardaban los turnos para emprender  sus viajes a diferentes ciudades del mundo. Entre estos innumerables pasajeros se encuentra una familia: Don José (esposo), Lucía (esposa) y los tres hijos: Migurl, Federico y Felipe; ellos viajan a la Ciudad de Jurupe a 8 horas en vuelo sin escalas, para visitar a la  Mamá de Lucía, quien también se llama Lucía, la misma que se encuentra muy grave en salud y su mal es terminal.
 
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Aquí en la imagen observamos al Beato Juan Pablo II, muy bondadoso tocando la cabeza de su devoto Olzagon, derramándole sus bendiciones. Foto: Archivos del Blog: A vuelo de un quinde.

Doña Lucía (madre) tiene que hacer un testamento  de su acaudalada riqueza en favor de su hija Lucía y no tiene más herederos, ella viaja con toda su familia, por que así es el deseo de Doña Lucía (madre),  con lo último en su vida  es abrazar a toda la familia descendiente.
Lo particular de este viaje, es que los viajeros han vendido todos sus bienes para poder costear los boletos del viaje y de no hacerlo; ellos no tendrían ningún lugar donde pernoctar; claro está esta situación la desconoce Doña Lucía (madre) que sus descendientes son escasos recursos económicos.
En el Aeropuerto por los altos parlantes anuncian los diferentes vuelos por despegar, invitando a los pasajeros a chequear sus tickets para el embarque y también llegó el turno para la familia de Don José, invitándolos al embarque del Vuelo 51, en la Puerta Siete; ellos se levantaron de sus asientos en la sala de espera y se dirigieron al mencionado pasillo.
Al llegar el Señor José, abre su porta documentos para sacarlos boletos del viaje y no los encuentra, busca y rebusca y no hay nada, y como estaba en fila, el empleado controlador le sugirieron se haga a un costado para dar paso a los siguientes pasajeros.
Tras ellos; la esposa y los hijos están nerviosos y preocupados por la desaparición de los boletos y la señora Lucía, muy devota del Beato Juan Pablo II;  le  implora mentalmente que ilumine a su familia para encontrar los boletos de viaje y por más esfuerzos que hacen en gestiones en la Mesa de atención a viajeros y nadie puede ayudarlos.
Entonces, Don José pide hablar con el Gerente General del Aeropuerto; y se dirige a solicitar audiencia para solucionar sus problemas de viaje, llega a la oficina y conversa con la Secretaria y ella le informa que el Gerente ha viajado a una Ciudad Vecina.
Todos se preguntan: ¿ Dónde están los boletos? y nadie piensa que probablemente se olvidaron en la casa que la vendieron y ya se encuentra en poder de los nuevos dueños..
El resto de los pasajeros del Vuelo 51;  de la Familia de Don José, ya están embarcados, solo esperan a esta familia para despegar , entre el grupo de estos pasajeros, va una familia de esposos, quienes llevan en sus manos un Cuadro del Beato Juan Pablo II y esto son más impacientes por la demora del viaje.
El control del Aeropuerto ya no puede retrasar más el Vuelo 51; Programado para las 10:45 a.m. y ya tiene un atraso de 25 minutos, y hay pendientes vuelos que llegarán y ocuparán la plataforma de embarque, entonces se cierra la puerta del pasillo impidiendo a más pasajeros del Vuelo 51.
Don José y su familia se quedaron impotentes a la altura de la puerta que debían embarcarse, todo indica que perdieron el Vuelo 51; solo les queda llamar a la moribunda Lucía (madre) y tal vez les gire el dinero para programar un nuevo vuelo a la Ciudad de Jurupe. Aún en esta situación la señora Lucía (esposa) sigue implorando al Beato Juan Pablo II, que le pida a Dios sus bendiciones y haga posible encontrar una solución a su frustrado viaje.
En el avión del Vuelo 51; el Capitán y sus tripulantes, tratan de encender los motores del avión para iniciar el despegue rumbo a la Ciudad de Jurupe; en los asientos de la Clase Económica, la familia con la imagen del Beato Juan Pablo II en brazos imploran la Altísimo Dios, les proteja en su viaje que van hacer, las azafatas controlan a todos los pasajeros que se ajusten los cinturones de seguridad y ayudan a algunos que tienen dificultades en accionarlos; todo indica  que el Vuelo 51, partirá sin Familia de Don José.
Doña Lucía (esposa) se retira del grupo y se va a la Capilla del Aeropuerto, allí ora recordando al Beato Juan Pablo II y dijo:
--- "Beato Juan Pablo II, tu que eres mi protector y todos los días al acostarme y levantarme te imploro le pidas a Dios que derrame sus bendiciones a nuestra familia y ahora me fallas impidiendo mi viaje a visitar a mi madre".
Al terminar su imploración, cierra sus ojos arrodillada y repentinamente se le aparece una imagen con el aura brillante con el uniforme del Capitán de Vuelo y tocándole la cabeza con las dos manos y que ella sintió un calor intenso y le dijo:
--- "Lucía, Lucía, Lucía... yo no te abandoné, sino que  este viaje no era para ustedes, mañana temprano viajarán muy felices y reconocidos como unos héroes sin perder ningún vuelo, sólo ha habido un pequeño retraso y recuerda que tu fe en Dios, te ha salvado de una muerte segura"
La señora Lucía abrió los ojos y alcanzó a ver la imagen que se desvaneció y desapareció de sus vistas, ella salió de la Capilla a consolar a su esposo y vio gran cantidad de curiosos alrededor de los ventanales que dan vista a las plataformas de embarque, cuyos pasillos de la manguera llegan directo al avión, había mucho humo y fuego en el avión, se acerca ella a observar y era su avión que se encendió, todos los pasajeros fueron evacuados y las diferentes Compañías de Bomberos, estaban controlando el incendió del avión.
En esa confusión, la señora Lucía ubica a su esposo y sus hijos y les revela cuando estuvo orando e implorando al Beato Juan Pablo, para que le pida Dios derrame sus bendiciones a toda la familia. Y al cerrar los ojos tuvo una visión que le dijo:......
--- ......." que fue salvada de una muerte segura......... ...."
Pasados los primeros instantes del incendio del avión, nuevamente los alto parlantes invitaban a Familia de Don José acercarse a la Gerencia General, para conversar y recuperar sus boletos de viaje.
Ellos un poco sorprendidos y hasta incrédulos obedecieron la invitación y concurrieron al mencionado despacho de la  Gerencial General; al llegar allí,  había mucha gente y camarógrafos esperándolos y al identificarlos, fueron rodeados por  reporteros y otros fotógrafos pidiéndoles hablar sobre sus impresiones como ellos retrasaron el Vuelo 51 y se han salvado de morir 251 pasajeros y tripulantes, por que los técnicos han determinado que si el avión partía sin retraso a las 10:45 a.m. habría explotado en el aire y que gracias a la demora del grupo de pasajeros de la Familia de Don José y que no llegaron a embarcarse, el incendio se produjo en tierra, salvándose de una muerte segura todos los pasajeros del Vuelo 51, la señora Lucís contestó:
---" Amigos periodistas, soy católica y mi protector en el Beato Juan Pablo II, al él, le imploré todos los días, que le pida a Dios derrame sus bendiciones a toda la familia.........."
El Gerente General de Aeropuerto, quien también escuchaba la explicación de la señora Lucía, le dijo:
--- Muchas gracias señora Lucía, sus oraciones han sido escuchadas por Dios, por lo que nuestra Gerencia coordinará con la Compañía de Aviación responsable del Vuelo 51, para que otorgue pasajes vitalicios a ustedes cuando  usen sus aviones por haber salvado tantas vidas de una muerte segura,
Doña Lucía, su esposo Don José y sus hijos, dijeron al unísono:
¡¡¡ Esto es un milagro del Beato Juan Pablo II.... !!!
Guillermo Gonzalo Sánchez Achutegui

1 comentario:

Roberto Carrasquero dijo...

No creo que ni ese Papa ni ningun otro sea beato,santo o un ejemplo a seguir,todos ellos tienen las manos llenas de sangre inocente,puro fariseos,hipocritas....muy lejos de la doctrina de Jesus El Cristo.


ROBERTO CARRASQUERO